
Tener un perro adiestrado no es exactamente lo mismo que tener un perro equilibrado, pero entrenarlo en órdenes básicas de obediencia puede ser útil para lidiar con los inconvenientes de accionar que tiene en este momento o puede desarrollar más adelante.
Entonces, ¿dónde empiezas el entrenamiento de obediencia canina? Puedes tomar una clase, pero no es requisito, puedes entrenar a tu mascota tú mismo. En verdad, con la actitud adecuada, ¡el entrenamiento puede ser un desarrollo verdaderamente entretenido para usted y su perro!
Seleccionar un espacio conveniente para el adiestramiento
Para educar a caminar a nuestro perro debemos escoger un espacio relajado, donde no logre distraerse de manera fácil y donde no reciba varios estímulos (en el momento en que tiene aprendido a base, tenemos la posibilidad de entrenar en sitios con mucho más estímulos).
Un óptimo rincón para caminar puede ser un parque con poco tránsito, un sendero de terracería, etcétera…. Si nuestro perro está aprendiendo en un espacio donde ve a otros perros jugando, pequeños chillando, pelotas botando, etcétera… no va a aprender nada, puesto que va a estar mucho más atento a estos estímulos que a su dueño.
Estudia en hondura su accionar
Cada cachorro es diferente y es posible que no actúe como esperas. Cada uno, por consiguiente, precisa un entrenamiento concreto según las especificaciones y actitud del animal. Un caso de muestra puede ser la situacion del perro que procura comerse la cola. Un accionar extraño que puede suceder por cierto motivo físico o psicológico que puede tratarse, pero asimismo prevenirse.
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Reglas visibles y básicas
No mucho más fuerte
acción que es bastante más esencial que no realizar a fin de que no solo avisar, pero asimismo prohibir y él comprende precisamente.
Igualmente, la primera oportunidad tienes que dejar que tu perro use el fuerte No y dejar de llevarlo a cabo. Tu perro va a saber advertir tu tono de enfado y no volverá a llevarlo a cabo.
¿De qué forma educar?
Una de las maneras mucho más funcionales de instruir este comando es enseñarle al perro una gominola o gominola y dejar que la huela un rato. Entonces pone la gominola en tu mano y, con el puño, dibuja una línea imaginaria desde la cabeza del perro hacia la espalda, mientras que le indicas la palabra «siéntate» o «siéntate», como gustes. Tras múltiples intentos, apreciarás que el perro se sienta erguido al efectuar esta acción.
Un punto elemental es que debe sostener un comando persistente para este comando una vez iniciado. Por servirnos de un ejemplo, si tu palabra es «siéntate», tienes que proseguir adiestrando con esa palabra. El perro registrará esta palabra en su cabeza para relacionarla con este comando.