Por norma general, a las cabras les gusta mucho una dieta diferente. La cabra es una exploradora natural y le chifla vagar y buscar comida. El estado de migración y búsqueda de alimento está poderosamente relacionado con su confort. La dieta natural de las cabras radica en pasto, árboles, uvas, heno, frutas y ciertos granos. Con el término yerba comprendemos una extensa selección de especies vegetales: yerba, trébol, alfalfa (Medicago sativa), achicoria, leguminosas, arbustos, árboles jóvenes, etcétera. La biodiversidad de los pastos está de manera directa relacionada con la calidad de los alimentos consumidos (cuanta mucho más pluralidad de alimentos, mejor calidad). Por el término grano hablamos a las semillas de un grano (como el maíz) y es un alimento que las cabras han comido en la naturaleza a lo largo de cientos y cientos de años, pero en proporciones pequeñísimas en comparación con los pastos. Las cabras asimismo tienen la posibilidad de pararse o escalar sobre sus patas traseras y comer frutas de árboles y plantas. No obstante, no es seguro dejar que las cabras coman plantas extrañas. Ciertas especies de rododendros y otras plantas decorativas (azalea) y arbustos son venenosas para las cabras e inclusive una hoja pequeña puede ocasionar ocasiones de riesgo para la vida. Asimismo se informó que el repollo, las papas y las hojas de tomate asimismo tienen la posibilidad de ser venenosas. En todos y cada uno de los casos, el viable dueño de una cabra estudiará las plantas encontradas de forma local que logren ser venenosas para él.
Antes del advenimiento de la nutrición comercial de cabras en el siglo XX, los viejos granjeros fundamentaban la dieta de sus cabras en pasto, maíz, heno y ciertas frutas únicamente. No obstante, las etnias comerciales más frecuentes hoy en día criadas para la producción de carne y/o lácteos argumentan realmente bien a los alimentos comerciales. Por norma general, una dieta de cabra lechera es diferente de una dieta de cabra de carne. Por norma general, las cabras de carne tienen la posibilidad de depender absolutamente de pasto, heno y frutas, y los regímenes de cabras lecheras en general se complementan con alimentos comerciales, la mayor parte de los que poseen una mezcla de granos. Como es natural, su campo debe poder generar una pluralidad de pastos la mayoría del año, salvo que necesite emplear el alimento comercial para sus cabras, así sean cabras lecheras o no. Por servirnos de un ejemplo, varios productores de alfalfa emplean baldes comerciales para cabras en muchas áreas donde la alfalfa y los cultivos relacionados no se tienen la posibilidad de cultivar gracias a las condiciones climáticas.
Las cabras viajan grandes distancias y comen una extensa variedad de alimentos, lo que contribuye a contemplar sus pretensiones alimenticias sin desafiar a los alimentos humanos y vacunos. Sólo algunas de las cabras admiten un pienso particularmente o considero que otros animales rechazan de esta manera.
Distinguen entre los sabores amargo, dulce, salobre y agrio y detallan mayor tolerancia al amargor que el ganado. Es esencial poner énfasis que les agrada la pluralidad en su dieta, no les va bien en el momento en que se sostienen con cualquier clase de forraje, y sus hábitos de nutrición a lo largo de las condiciones de pastoreo cambian según la ecología y la temporada.
¿Cuál es la relevancia de dar de comer a las cabras?
Otro aspecto fundamental en la nutrición de las cabras es que consigan la cantidad precisa de minerales. Los que no tienen la posibilidad de faltar en tu dieta son el calcio, magnesio, fósforo, potasio, cloro, sodio, azufre, hierro y zinc.
Lo que no debe faltar en tu dieta es el calcio, magnesio, fósforo, potasio, cloro, sodio, azufre, hierro y zinc. Por definición, podría decirse que la cabra es exploradora por naturaleza, le agrada desplazarse en pos de alimento, logrando de esta manera una mejor condición física y confort.
Aprendiendo del resto
Las cabras viven en conjuntos multigeneracionales donde la información sobre nutrición puede transmitirse de forma fácil de cabras experimentadas a inexpertas. Por ende, los animales jóvenes no precisan una información sobre nutrición completa y impecable al nacer. La educación procede de la madre y puede empezar antes que las cabras jóvenes reciban su primer alimento. Los sabores en el fluido uterino y la leche de la mamá tienen la posibilidad de influir en las selecciones dietéticas. No obstante, conforme los animales medran, están mucho más influidos por sus vivencias de crianza que por las de su madre u otros modelos sociales.
Accionar de consumo adaptativo
Nutrición correcta
Las cabras tienen que consumir cuando menos el 80% de materia seca en su dieta día tras día. Esto quiere decir que la mayoría de su dieta debe radicar en pasto y se tienen que integrar menos granos y suplementos. En la situacion de un ejemplar de 45 kilos de peso, el consumo períodico ha de ser de cuando menos 1,6 kilos de materia seca. Para resumir, comen cerca del 3% de su peso del cuerpo en pasto.
La dosis de grano ha de ser del orden del 0,08% del peso vivo del animal. En exactamente el mismo caso de una cabra de 45 kg, el consumo ha de ser de 36 gramos al día. Esta dosis puede incrementarse al 0,2% en vacas lactantes en tanto que la leche incrementa su contenido graso con estos nutrientes. No obstante, esto debe regularse a fin de que la leche no pase el 5,5% de grasa.