
La acusticofobia o, lo que es exactamente lo mismo, el temor a los ruidos o sonidos fuertes está muy que se encuentra en el día a día de la mayor parte de los perros.
Tu oído extrasensible y la espontaneidad o sorpresa con la que acostumbran a generarse estos ruidos no hacen mucho más que afinar el malestar; otros sonidos mucho más planeados, como el de la secadora o el de la aspiradora, se tienen la posibilidad de supervisar y esto nos posibilita evitarlos, pero no sucede lo mismo con los truenos o los petardos.
Mi perro tiene temor al agua y es realmente difícil bañarlo
Si a tu perro se le termina o desaparece como un mago en el momento del baño… no solo. Es una cosa muy habitual. Y sí, al paso que a ciertos perros sencillamente no les agradan los baños, otros les se preocupan. Un temor probablemente asimismo provocado por una mala experiencia anteriormente (quizás en el momento en que aún era un cachorro).
Puedes procurar contribuir a tu perro a sobrepasar su temor al baño o al agua premiando su accionar relajado con gominolas. Haz esto de a poco al comienzo. Sin apuro. Cerciórate, por otra parte, de que el agua esté ardiente (lo bastante, pero no hirviendo, tal y como si fueses tú quien te duchas). Y, si lo haces, coloca una alfombra antideslizante en la bañera. Por el hecho de que les asiste para sentirse mucho más seguros. Los resbalones, naturalmente, no te asisten a perder el temor.
¿Es malo que un perro tenga temor?
No está mal, es horrible. El temor crea agobio y esto, por su parte, causa problemas médicos y probablemente de accionar. Puede perjudicar todo tu cuerpo e inclusive apresurar la fecha de tu muerte natural.
El agobio es la causa de muchas patologías físicas y mentales, tanto en humanos como en perros u otras mascotas. Conque trata siempre y en todo momento de eludir que tu perro viva con temor, pues una vida con temor no es una vida.
Mi perro me tiene temor desde el instante en que le pegué
Entrenar a un perro, singularmente a uno que viene con cicatrices de su historia previo, puede ser cansador y desepcionante. No obstante, el castigo físico jamás ha de ser una alternativa. Aparte de no ser efectivo en un largo plazo, establece una secuencia de activas entre usted y su perro que por supuesto no serán saludables ni positivas.
Cuando haya reconocido la causa de su temor, puede empezar a reconstruir su relación con su perro. Ten paciencia, por el hecho de que no va a suceder de un día para otro. Tenga presente los próximos consejos.
Socialización indebida
Una sección fundamental de la vida de un perro, en especial en las primeras etapas, es la socialización.
La socialización radica en la relación que tiene con el medio en el que vive y con todos y cada uno de los elementos contenidos en él, introduciendo personas y animales, pero asimismo ocasiones, sitios, etcétera.